
La tasa de empleo de las personas con discapacidad (25,5%), dista significativamente de la de la población en general, que se sitúa en el 65,9%, estableciéndose así una diferencia de más de 40 puntos porcentuales. Solo una de cada cuatro personas con discapacidad tiene empleo. Aunque a día de hoy desconocemos cuál será el impacto de la crisis sanitaria, antes de la pandemia en nuestro país, más de 1.250.000 personas con discapacidad estaban inactivas laboralmente. Si esta cifra va a variar, es pronto para saberlo.
Estos son algunos de los datos que recoge el Informe 5 del
Observatorio sobre Discapacidad y Mercado de Trabajo de la Fundación ONCE
,presentado hoy de forma telemática durante un webinar en el que han intervenido Alberto Durán, vicepresidente ejecutivo de Fundación ONCE; Virginia Carcedo, secretaria general de Inserta Empleo; Pedro Fernández Alén, secretario general de Cepyme; Raúl Grijalba, presidente ejecutivo de ManpowerGroup España; Pedro Moneo, CEO de Opinno; Luis Cayo Pérez Bueno, presidente del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi); y Laura Jimena Sevilla, manager de RRHH de Microsoft Ibérica.
El salario medio bruto anual de las mujeres con discapacidad es de 17.730, euros frente a los 21.079 que reciben los hombres del colectivo, lo que arroja una brecha salarial de algo más del 16 por ciento. También existe diferencia respecto a las mujeres sin discapacidad que perciben por este concepto 20.606 euros.
Según las últimas cifras recopiladas en el Informe, en España se registran un total de 1.899.800 personas con discapacidad entre los 16 y los 64 años, lo que representa un 6,3% del conjunto de la población. Desde 2008 el colectivo ha crecido en 1.026.500 personas, lo que supone un incremento de la tasa de prevalencia de 3,5 puntos.
Empleo
Los indicadores vinculados al empleo muestran notables diferencias entre la población general y las personas con discapacidad lo que evidencia la complejidad del acceso al empleo de estas últimas.
Así, un total de 1.254.200 personas con discapacidad están inactivas laboralmente. La principal causa de ello es la situación de incapacidad permanente (62,3%) que está vinculada a la percepción de las pensiones que en el actual precario mercado laboral se constituyen como un elemento de garantía económica, difícilmente renunciable en un escenario de inestabilidad contractual y bajos salarios.
Por otra parte, las 78.343 personas con discapacidad paradas de larga duración, suponen el 54,6% del total de desempleados y afecta en mayor medida a las mujeres, los mayores de 45 años y a aquellos sin formación o con estudios primarios. Dentro del entorno de la actividad laboral, el panorama no resulta tampoco positivo.
En 2018 se realizaron 339.119 contratos a personas con discapacidad, dato que representa el 1,5% del total de los realizados en ese ejercicio. En cuanto al índice de rotación en la contratación alcanza su cota más alta y se posiciona en 2,2 puntos.
Del total de contratos realizados al colectivo, exclusivamente 36.938 se establecieron como contratos específicos